ah, sí, sí claro.
De momento a mí madrugar lo único que me ha proporcionado son unas ojeras del tamaño de las bolsas de la Esteban y un show en vivo y en directo: mi querida perra Chispa haciendo caca en plena cocina. Ole. Mi primer instinto ha sido darme la vuelta, porque, ¿a quién le gusta que le miren mientras hace sus cosas? A nadie. Pero luego, he decidido quedarme para ver cuál era su reacción al verme de buena mañana contemplando su faena. Le han faltado patas para salir corriendo de allí antes de que me pusiera a gritar en plan mamil.
sí, una caca de peluche, ¿qué pasa? ¿no existen peluches de (Bobs)esponjas? pues ya está.Quizá debería volverme a la cama...
2 comentarios:
Tu perra tiene mucha... chispa.
Lol.
tienes a chispa en una dictadura escatológica
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