Be tea my friend

Mis gustos musicales han ido cambiando a lo largo de todo este tiempo, he aprendido a no juzgar a un grupo por su aspecto (en la mayoría de casos) y me he llevado sorpresas agradables cuando me he molestado en ir más allá de la primera impresión (Tokio Hotel, por ejemplo).

Me gusta picotear de los gustos de la gente que me rodea, me parece emocionante escuchar una canción completamente diferente a "mi estilo", dice mucho de la persona que te la recomienda.

En cuanto a referente de música, me ha costado pero lo he encontrado: BEA. No sé de dónde ha sacado tiempo para conocer tantos y tan importantes grupos y tipos de música. Puedes preguntarle por cualquier personaje de renombre y... tacatá! enciclo-bea te dará la respuesta. ¿Porqué la admiro? porque suele reconocer la buena música, la auténtica, porque en ese aspecto (y en todos) se muestra tal y como es.

Le puede gustar en un momento determinado una canción de Enrique Iglesias (con todo mi respeto hacia sus seguidores) y al día siguiente sorprenderte con algo total, completa y absolutamente diferente.

Así que, supongo que cuando esa Bea, esa misma de la cual crees que PALABRA=DOGMA, te dice que tu grupo favorito son caca pisada envuelta en pantalones ajustados y wayfarer... bueno, no sienta demasiado bien.

Que enanos mentales que no se han tomado la molestia de investigar un poco sobre su historia, su vida o su música más allá de la de Disney los juzguen, me da exactamente igual. Pero que Bea, la misma a la que idolatro musicalmente hablando, te diga que son una imagen, una farsa, una marca, duele.

Duele porque incluso me llego a plantear si será verdad todo lo que dice. Eso sí, me lo planteo durante 10 segundos.

Me importan poco sus anillos, sus novias, sus dientes o su pelo (eso es secundario); al final del día lo que prevalece, y me llega a mí, es su música.

Sus letras, el esfuerzo que ponen en que todo vaya bien, el esfuerzo de todo lo que hacen, es lo que verdaderamente hace que los admire.

Me da igual que sean católicos o no, que hagan campañas de Disney o incluso que vendan sacapuntas con su cara en ellos. Me importa su música, sus actos, su trato a las demás personas (y por tanto, a sus fans).


Entiendo cosas como la serie JONAS, películas como Camp Rock y cosas así, porque son, nos guste o no, propiedad de Disney (al menos de momento). ¿Y qué? mientras sigan haciendo cosas tan increíbles como hasta ahora, me da igual.

No me refiero a la campaña Send It On (que por cierto, ¿qué tiene de malo animar a los niños a reciclar?) o a su lema de "respetamos a las mujeres por nuestros anillos" etc, me refiero a cosas como intentar animar a una niña enferma, intentar hacerla sonreír yendo a verla, dejarse la piel en el escenario cada noche durante casi 4 meses seguidos en mil países diferentes, compaginar todo eso con grabaciones de la película, intentar usar su fama de manera positiva (campañas sobre la diabetes, por ejemplo)... y encontrar tiempo para ellos mismos.

Se llama ser FAN, apoyar al grupo pase lo que pase. Apoyarlos aunque digan que ha pegado un puñetazo a una fan que se acercó a pedirle un autógrafo, aunque lleve mil años drogándose y acabe un poco ido de la cabeza, aunque sea tonta y no demasiado larga de luces.

Eso es ser fan.

-Mi respuesta para tu post, Bea. Serías una estupenda crítica de música. ¿Y lo bien que te lo pasarías yendo a conciertos de grupos nuevos y eso? Te quiero. Os quiero. Así que, no dejéis que una chorrada como esta estropee nuestra relación. Acordaos de algo: diferentes, pero iguales. :)