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2.20.2011

Patanias

El otro día (el jueves) Paula, Carmen y yo retozábamos en Starbucks, como siempre.
La puercota de Paula con su iPad, nos ofreció escribir una historia... y bueno, esta es.

Aclaración: la mayor>Vicky // la mediana> Paula // la pequeña>Carmen

LAS PATANIAS

Estaban tres chicas jóvenes tomandose un cafe cuando de repente apareció el demonio y les dijo: si deseáis seguir con vida y disfrutando de vuestros capuchinos debéis hacer algo por mi. Las chicas se miraron, desconfiando de las intenciones del demonio salido (pupi les había enseñado mal y sus mentes eran calenturientas como la suya). Sin embargo, el demonio sacudió la cabeza dandolas por un caso perdido y aclaro su propuesta: "algo por mi, pero no lo que estáis pensando, pervertidas". La mas joven de las chicas lo miro con los ojos de par en par y le dijo: "de acuerdo, pero si finalmente hacemos lo que nos vas a pedir, tu también tendrás que hacer algo por nosotras" "¿Creéis que soy alguien con el que se pueda negociar?" dijo el demonio echando humo por sus fosas nasales. La joven que ya sabia como reaccionaria el demonio replico: "El problema es que te has topado con las chicas equivocadas. Veras, es que nosotras provenimos del planeta Patanio y tenemos poderes inimaginables hasta para ti, dios del inframundo!" El demonio, algo acobardado, retrocedió y dijo: "con que Patanias, eh?" las chicas lo miraron con valentía "ahora que nos tienes que decir, chato?" pregunto la mediana. El demonio sonrió, al parecer ya bastante seguro de si mismo "solo tenéis que comer vuestro peso en pasteles para que podáis libraos de mi". Las chicas miraron a la mayor, que era mundialmente conocida por su glotonería. Ella las miro ofendida "no voy a comerme algo simplemente porque un vil demonio me lo diga. Somos Patanias!!" justo en ese momento, una pila de apetitosos pasteles de todos los sabores aparecieron delante de ella. La Mayor pareció pensarselo de nuevo "eh... Bueno, si es por nuestra libertad... Lo haré". Las amigas sonrieron, pues ya sabían que solo ella se podría comer todo eso. El demonio sonrió, pues había conseguido su cometido. Que mas daba que fueran Patanias? Cualquiera caería ante un montón de ñamiñosos pasteles. pero lo que no sabían las jóvenes es que los apetitosos pasteles estaban rellenos de una sustancia tóxica para los patanios, la mermeladaaaa!. La mediana, antes de llevarse uno de esos pasteles tan jugosos a la boca, miro al demonio y le espeto: "Demonio, ¿Como podemos asegurarnos que no nos quieres envenenar? No es que los demonios seáis muy de fiar que digamos. Y juro que si nos ocurre algo por pequeño que sea, mandaremos a nuestro dios Juniperdo, aquel que lucha por el bienestar de nuestros clanes en tu busca!" El demonio, conocía bien a Juniperdo. Le robo a su novia cuando estaban estudiando en la escuela de los dioses de la otra esfera. La mayor de todas, avispada como era, se dio cuenta del cambio de expresión que había adoptado el demonio. "¿Acaso le conoces? Deduzco por tu expresión que muy bien no te cae." el demonio recordó a la bella Pegarrita, la dulce y rubia novia que Juniperdo le había robado en su juventud. Ella solía acompañarle a las reuniones familiares a las que el no quería asistir, le cepillaba la cola peluda y le hacia trenzas con su pelo largo y suave de antaño. Ahora, una calva con tres pelos ocupaba su lugar y, en vez de novia, tenia una cucaracha parlante y que bailaba claque para animarle en la eternidad, la obediente Briniespirs.
"En fin, dejemos a Juniperdo a un lado y centremonos en vuestra misión: comeos los pasteles" les insto el demonio. Cualquier rastro de asco hacia el dios había desaparecido de su expresión.

A la mayor, tras haber estado todo el día sin comer y solo haberse llevado un triste cafe aguado al buche no lo pudo soportar mas y engullo con ansia uno de esos coloridos pasteles que el demonio había hecho aparecer de la nada. Pero tras probar el primer bocado, unas pústulas moradas empezaron a brotar por su rostro cual lilas en primavera. Su cara se había transformado en algo bulboso y su rostro apenas se distinguía. La pequeña salto de su asiento: " Vil demonio! Como has podido envenenarnos con mermelada? Sabes que te lo advertimos!" El demonio tan fanfarrón y seguro de si mismo como era, se puso a salir por patas de la cafetería cuando un remolino de viento corrió por la estancia. Ante sus ojos apareció un rostro atractivo que le resultaba muy familiar. "Pegarrita!!" exclamo el demonio, sorprendido por su presencia. Ella lo miro con seriedad "como osas hacerle esto a las Patanias mas buenas de Patania?" el demonio hizo lo impensable: se echo a temblar, arrodillandose ante la ahora diosa Pegarrita.
"te has hecho algo en el pelo, cariño? Estas mas reluciente" pegarrita no cedió ante los halagos y siguió mirandolo imperturbable "calla, vil demonio!" con un chasquido hizo que la mayor volviera a su antigua forma, incluso mas bella. Sus amigas la miraron con adoración "eres tan guapa que deslumbras!" exclamo la pequeña. Inmediatamente inicio la pelea entre Pegarrita y el demonio Vilirrugoso, lanzandose rayos con tan mala suerte que uno de los rayos desfigurantes alcanzo a la pequeña. "Devuelve a nuestra amiga a su antigua forma!" exclamo la mediana. El demonio le echo un vistazo a la pequeña y respondió "bueno, tampoco hay mucha diferencia" se encogió de hombros y siguió en la pelea. Pegarrita estornudo encima de la pequeña, devolviendola a su forma original. Eso si, el moco la cubrió durante los siguientes 10 siglos.

FINAL VICKY: Pegarrita gano la pelea y al demonio Vilirrugoso no se le volvió a ver por los lares. La mayor dejo de relucir con el tiempo, pero hasta entonces no fue capaz de salir de su casa, porque todos los muchachos casaderos se le tiraban encima. La mediana, que se había librado de los rayos desfigurantes, acabo como pitonisa en la aldea conjurando a dioses para que la tocaran con su rabo milagroso, pero nunca se acerco a ningún mortal. Y, por ultimo, la pequeña, por mucho que lo intento no pudo deshacerse del moco verdoso que crecía sobre su piel. Sin embargo, tuvo la suerte de encontrarse con un mutante caracol que la encontró tan atractiva como era que decidió raptarla y llevarsela a su guarida para hacerla su esposa Caracola.

FINAL CARMEN: La pequeña tan mañosa y experta como era en pócimas curativas saco los ingredientes que guardaba en su bolso de cuentas y en un periquete creo un antídoto contra el molesto moco que le crecía por la piel. El demonio maldiciendo por lo bajo intento sin éxito lanzar otra maldición contra la pequeña pero erró y en vez de dar a la Patania dio a su antigua amada, y le empezó a salir unas serpientes de goma de la cabeza. La mayor al ver tan cómica escena, empezó a reírse como un pájaro loco. Pero fue un error por su parte, ya que la diosa tan orgullosa como era lanzo un potente hechizo a la mayor convirtiendo su ahora hermoso rostro en algo parecido a un cerdo con cuernos. Y para humillarla aun mas, regalo a las otras dos jóvenes a dos apuestos adonis, sacados de su corte. Las dos amigas conmovidas enormemente por el presente que Pegarrita les había concedido, como agradecimiento ayudaron a la diosa a librarse de aquel demonio estúpido sumando sus fuerzas. Hasta tal punto juntaron todos sus poderes que el demonio quedo reducido a cenizas.
Finalmente la diosa se marcho y se quedaron las tres chicas y los dos apuestos adonis.
Paso el tiempo y las dos Patanias se casaron y vivieron felices, y la mayor, bueno, fue feliz porque tenia a su lado a dos amigas que las querían mucho.


MORALEJA PAULIL: no aceptes pasteles de mermelada si procedes de Patanio por muy apetitosos que te resulten...

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